jueves, 27 de marzo de 2014

Cuando el agua acaricia a la piedra

Ha llevado mucho tiempo, pero al fin el agua y la piedra se han acostumbrado el uno a la otra.

Al principio uno tenía prisa, la otra cautela, incluso resistencia.

Poco a poco, el roce, el tacto, y la distinta energía han ido encontrando respeto, coincidencia y complicidad.

Si uno cedía en fuerza, la otra moldeaba su amabilidad.

Ahora ya se conocen, el no brama y ella no se molesta. Ambos solo esperan que no cese esa caricia que a cada segundo se renueva.





La caricia del agua
9 x 13 cms.


La miniatura está inspirada en un pequeño recodo de un río de La Garrotxa (que sorpresa, verdad). Es uno de esos sitios en los que simplemente estar sentado al lado del agua, escuchando como cae lentamente por un pequeño desnivel, te llena de tranquilidad.

El pequeño trozo de papel La Carte me ha permitido intentar ver si se podía pintar algo en superficies tan pequeñas. Poder se puede y como le ocurre al agua y a la piedra solo se trata de paciencia.

1 comentario:

  1. Como nos acerquemos un poco mas nos mojaremos los pies.....molt real
    Sita

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